2010/09/15

Séance.





Para ella.
1
Me ocuparía de los labios salados,
o esa saliva agría,
asumiría
lo que no se entiende y se complica
con palabras diluyéndose en nubes,
ese humo
que se estanca,
presiona el pecho
y no se disculpa.
Quien iba a soñar,
sí cuesta trabajo conciliar párpados
con mejillas húmedas.
Húmedas las horas
que fluyen entre distancia y anhelo,
ese sentir que la pierdes,
y se aleja, a veces despacio
otras veces apresurando
el paso, distraído y ausente.

2
Quise seguirla, aunque enlodado acabará,
barro que abraza
tierra de estómago
la saliva es de cristal,
y los sueños destellos
de lo que alguna ves será,
las venas se calientan,
se funden entre mis huesos
la sangre se disipa y se acopla a
los caudales de la duda.

3
Siempre que indagan sobre lo que creen que ocurre
y yo limitó,
histeriqueo de historias ajenas
la cortante y vil mentira del:
está todo bien.

4
El camino de regreso,
montones de leña,
excusas de cada golpe,
y nadie te cree.
Pero no se rinde uno tan fácil,
al menos que se otorge el liderazgo
el control
en besos
almohadas
rastrillos
cuentos
y los días en que llovió.