2011/02/07

Explotar.


Nunca le había puesto demasiada atención. Hasta que le explotarón las orejas.

2011/02/02

Gobernar.

"De todas las actividades humanas, la de gobernar a los semejantes, aún siendo la más envidiada, es la más decepcionante, porque nunca tiene fin y no permite al espíritu reposo alguno. El panadero que ha sacado su hornada, el leñador ante la encina abatida, el juez que acaba de ordenar un arresto, el arquitecto que ve poner el remate a un edificio, el pintor una vez terminado su cuadro, pueden, al menos por una noche, gozar de esa tranquilidad relativa que produce el esfuerzo terminado. El gobernante, jamás. Apenas parece allanarse una dificultad política cuando otra, en gestación mientras se solucionaba la primera, exige atención inmediata. El general vencedor se beneficia largamente de los honores de su victoria; pero el gobernante ha de afrontar la nueva situación creada por esa misma victoria. Ningún problema puede quedar sin solución durante mucho tiempo, porque el que hoy parece secundario, adquirirá mañana trágica importancia. "

Maurice Druon, Los Reyes Malditos III: Los Venenos de la Corona (pág. 99).