2010/05/19

Excoriātus (No estás deprimido, estás distraído)



Sería como una estupidez decir que la muerte es sólo el comienzo, si nunca nada empezo. La correción es lo necesario para el delirio que te deja catatónico, acomplejado. Descontento con haber nacido. Necesitas tu nombre en los papeles que mueren. Se pudre todo. No confías sólo en las personas que conociste. Te vas sin lo humano. No hay resurección del papel. Es fiable, pero no por la eternidad. Te sientes distraído y con los signos del sueño. No hubo valor para desatarte de la venda estorbante, tu traje esplendido. Enterrado.

"No estás deprimido, estás distraído"

Me trate de asfixiar con las evoluciones de estás manos, llenas de cicatrices. Las lágrimas son lubricante. Todas las pinturas, son de agua. Los reflejos, destellos. De uno mismo nacé, el estorbo de nuestra naturaleza. Pozos sin fondo. Escalera a lo alto de esto. No hay nada. Un pestañeo me devolvio, jalandome con presión. La fuerza del búfalo es inmensa, pero más inmensa es su (dominante) paciencia. No hay corriente. Ella fluye. Lo disimula y se apea. Delicadamente. Camina de puntas, le estorban los zapatos. Todo en ella es placer. La vanidad no existe y su mirar... desconcerta. Todo está prohibido. El libido impulsa. Pretende a la llama. Arde, pero se aquieta. Cuando pasa, desconcierta. Me contraigo. Aguanto la respiración. Soy un buzo a la intemperie. Se aleja cantando...

Siempre devoro los días
así que lo alimente,
el último suspiro me robaría.

La tempestad fue su calma,
yo su camino,
mira al jovén, su andar distraido.

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